En enero de 2016 se
va a realizar el primer ensayo clínico para tratar de insertar células madre a
30 bebés que tengan la enfermedad.

Los
niños diagnosticados con esta rara patología genética poseen un esqueleto tan
débil, que ante la mínima presión o movimiento sus huesos se rompen. La mayoría
nacen ya con múltiples fracturas y los que sobreviven lo hacen con una media de
15 huesos rotos al año, caída de dientes y a veces problemas de crecimiento y
audición
Se espera que estas células madre, con capacidad
para transformarse en hueso, cartílago y músculo, reduzcan la fragilidad de los
huesos de los bebés portadores de esta enfermedad.
www,abc,es/salud/noticias
2015/10/13
www,elpais.com
2015/10/12
Revista
Science, 2015/08/05
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