Casi un 10% de la población ha recurrido a las llamadas medicinas alternativas en el último año, según el ultimo barómetro del CIS.
Esto revela un alto grado de desinformación sobre unas prácticas que se presentan como terapéuticas sin serlo, es decir medicinas de efecto placebo.
Se extiende la idea de que este tipo de prácticas sirven para curar enfermedades y mantener una vida sana y equilibrada, cuando algunas de ellas son peligrosas. Muchos pacientes admiten haber sido informados en un centro de salud y también haber recibido terápias de la mano de médicos y enfermeras.Tenemos un gran problema de educación sanitaria que debe abordarse de inmediato, hay muchos profesionales sanitarios que no valoran la importancia del método científico en su práctica profesional. En conclusión la responsabilidad de las autoridades es proporcionar buena medicina, criterios y herramientas para defenderse de las pseudociencias.
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