Las ondas gravitacionales, predichas por Albert
Einstein en la teoría General de la Relatividad, pueden estar a punto de hacerse ciertas.
Estas ondas son curvas en el espacio-tiempo producidas por ejemplo por el choque
entre dos agujeros negros. Hasta ahora no han conseguido detectarse en nuestro
planeta porque se producen a una gran distancia y llegan muy débiles.
Sin embargo, en los últimos meses se ha
desarrollado un experimento (el detector LIGO) con una sensibilidad muy grande
que puede que permita su detección. Se trata de detectores láseres muy
sensibles, si una onda gravitacional los atraviesa se producirá una alteración
en los rayos de luz y serán detectadas. Según Kip Thome, experto en agujeros
negros, LIGO podría detectar ondas gravitacionales que se formaron en una
colisión de agujeros negros a una distancia de 10.000 millones de años luz de nuestro planeta.
LIGO ha
estado realizando experimentos desde septiembre y pensaban pararlos en
diciembre pero todavía siguen en marcha.Además tienen previsto hacer reformas para empezar de nuevo a hacer observaciones en junio con una mayor sensibilidad.
Este
puede ser uno de los descubrimientos más importantes de la física. Hay muchos expertos que confían en que este 2016
se escuche por primera vez el sonido del universo que predijo Einstein hace un
siglo.
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