La quimioterapia se adapta a la medicina
personalizada
Se
trata de tratamientos dirigidos y medicina personalizada. Son dos de los
mantras de la oncología actual. Estos procedimientos buscan más eficacia con
menos efectos adversos, y ya se estudian adaptados a las características de
cada paciente. Un reciente estudio publicado en The Lancet hecho en personas con cáncer de mama
es la última prueba de ello.
En el trabajo se ha comparado la
quimioterapia más usada, el placlitaxel, con una nueva formulación de este, el
nab-placlitaxel. La diferencia es que este último aporta el mismo principio
activo, pero en nanopartículas rodeadas de albúmina. Con ello, la célula
cancerosa, que necesita un aporte extra de nutrientes, le abre la puerta,
confundida por la albúmina del exterior. Una vez dentro, el fármaco
quimioterápico actúa.
Pero el estudio Gepar-Septo GBG69 del
Grupo Alemán de Cáncer de Mama va más allá. En la oncología actual, no se puede
hacer una comparativa en general. Hay que tener en cuenta el tipo de tumor del
que se trata. A rasgos generales, los de pecho se dividen en tres grupos: los
susceptibles a la terapia hormonal, los que tienen sobreexpresado el gen HER2 y
los que no tienen ninguna de estas características. Estos últimos, llamado
triple negativos, son los de peor pronóstico. Todavía no se les ha encontrado
el rasgo característico que permita desarrollar tratamientos específicos, y por
eso son responsables de la mayoría de fallecimientos por cáncer de mama en los
países ricos.
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