domingo, 6 de marzo de 2016

Tres siglos ante las estrellas desde Quito

Un telescopio refractor, construido por el alemán Sigmund Merz, en 1875, todavía se usa en Quito.
En septiembre del año pasado tuvo su última performance y permitió a miles de quiteños observar la Luna roja. Esta mole de latón y el antiguo observatorio astronómico de la ciudad un palacio de tres torres considerado patrimonial recuerdan el resplandor de otra época, aquella en la que Ecuador atraía a científicos europeos que querían hacer investigaciones y mediciones desde el centro de la tierra.
El telescopio Merz fue uno de los instrumentos de observación estelar más grandes diseñados en el siglo XIX y solo se tiene conocimiento de otros 12 como este en el mundo. Llegó a Quito desde Múnich por los buenos oficios del jesuita Juan Bautista Menten, quien recibió el encargo de construir el observatorio por parte del ex presidente Gabriel García Moreno.


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