Uno de cada
diez mayores de 65 años lucha cada día contra este trastorno neurológico, que
además de la pérdida progresiva de capacidades también conlleva depresión y
ansiedad entre otros. Aunque no se conoce su origen ni su cura, investigadores
españoles han logrado con una molécula llamada ASS234 detener el desarrollo de
la enfermedad y mejorar los síntomas de las personas afectadas. Su eficacia se
probó en ratones transgénicos con alzhéimer. Esta molécula está diseñada como
un híbrido de 2 moléculas conocidas (donepezil y PF9601N), que logra un efecto
antiopático y antioxidante, y disminuye el número de placas de amiloide en
ratones transgénicos. Además es eficaz en la recuperación de memoria a corto
plazo de ratones afectados con escopolamina.

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