Hoy en día, sabemos que ahí fuera hay más planetas que neuronas en nuestro cerebro, una idea podría ser mandarles un mensaje. En caso de que haya alguna civilización inteligente, podríamos decirles que estamos aquí, y que nos aclaren algunas de las cuestiones filosóficas que más nos interesan. Tal vez los extraterrestres puedan incluso aliviar nuestras desigualdades económicas y nuestras tensiones territoriales.
¿Como nos comunicamos con ellos? Lo más probable es que los marcianos no hablen ninguna de las 5.000 lenguas terrícolas, o incluso que no hablen en absoluto.
Y nuestro problema es que solo podemos mandar el mensaje en forma de ondas electromagnéticas y estar durante 25 años, o 25 milenios, a esperar la respuesta.
El mensaje está codificado en pulsos de dos frecuencias, una que significa cero y otra que significa uno. Nosotros contamos en el sistema decimal porque tenemos 10 dedos.
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