Un equipo internacional de científicos del Instituto de Nuerociencia RIKEN en Japón ha conseguido modificar algunos comportamientos en ratones de laboratorio a través de luz.
El experimento consiste en inyectar a los ratones unas proteínas de unas algas unicelulares que reaccionan a la luz. Una vez en el cerebro actúan como interruptores para poder 'activar o desactivar' los impulsos nerviosos. Para que esto sea posible tiene que usarse luz infrarroja, ya que la luz visible normal no es lo suficientemente potente como para ser detectada por estas proteínas una vez puestas en el cerebro; por lo que se inyectan unas nanopartículas en el cerebro para poder convertir la luz normal en infrarroja.
Los investigadores han comprobado que pueden recuperar memorias o cambiar comportamientos en los ratones.
El hecho de usar luz infrarroja también resulta un problema ya que el cerebro de los humanos es mucho más grande que el de los ratones y se necesitaría mucha más luz para poder usarlo en nuestro cerebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario