Imagen de los dos nuevos satélites del
proyecto GRACE-FO
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En la actualidad es posible saber con exactitud la cantidad de
hielo que se ha derretido en Groenlandia y la Antártida, gracias a dos
satélites lanzados en 2002 por la NASA y el Centro Alemán de Investigación en
Ciencias de la Tierra (GFZ). Dado a su antigüedad fueron sustituidos el pasado
martes 22 de mayo por otros dos más modernos.
Estos satélites fueron puestos en órbita junto a cinco satélites de
la red de comunicación Iridium, por el Falcon 9, un cohete reutilizable de la compañía
SpaceX. Este proyecto ha recibido el nombre de GRACE-FO, dado que los dos satélites
ya lanzados eran de la misión GRACE, que duro desde 2002 hasta 2017. Todo esto
ha sido supervisado por el nuevo director de la nasa, James Frederick Bridenstin, pese que no
es científico y no cree en el cambio climático.
Estos satélites durante los próximos cinco años
volaran dando vueltas a la tierra para así medir el agua. Esto lo logrará
gracias a los cambios de la gravedad, ya que es modificada por una mínima variación
de la masa, tanto que puede lograr detectar un cambio equivalente
a un centímetro de altura del agua en un área de 340 km de diámetro.
Este proyecto creará cada mes un mapa en el
cual se muestre la cantidad de agua en la tierra y si está por encima o por
debajo de la superficie terrestre. Todo esto es posible dado que el agua es el único
elemento que tiene la capacidad de variar tan rápidamente la localización de su
masa.
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