Al principio se esperaba una
simple explosión, pero los astrónomos se vieron sorprendidos al ver como esta
estrella situada a 20 años luz de la tierra renació en un agujero negro.
Se empezó a estudiar la
estrella al ver que desapareció, pensando que estaba cubierta por una nube de
polvo, pero esto no era cierto, según los investigadores, se convirtió en el
agujero negro que es ahora.
La parte realmente
interesante del descubrimiento son las implicaciones que tiene para el origen
de los agujeros negros muy masivos, los cuales se detectan por ondas
gravitacionales.
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