El estudió se realizó con ratas embarazadas que tomaron un vaso de vino cuatro días seguidos, en las 20 jornadas de gestación, lo que equivale al segundo trimestre en los seres humanos. Después se comprobaron las reacciones al alcohol en machos y hembras hasta la tercera generación. Los resultados indican que si una embarazada toma una pequeña dosis de alcohol aumenta el riesgo de que su hijo se convierta en alcohólico.
Nicole Cameron dirigió el estudio, y concluye que en roedores, cuando una madre toma lo equivalente a cuatro vasos de vino durante el embarazo, sus hijos y sus nietos, hasta la tercera generación, tendrán más preferencia hacia el alcohol y menor sensibilidad hacia él. Por lo tanto, los descendientes tendrán más probabilidades a desarrollar alcoholismo.http://www.quo.es/salud/la-exposicion-al-alcohol-durante-el-embarazo-puede-afectar-a-varias-generaciones
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